MEDIACION FAMILIAR CONCEPCION

 

¿Qué es la mediación familiar?

 

La mediación familiar es una condición que exige el Juzgado de Familia antes de iniciar una demanda judicial. Es decir, nadie puede demandar sin haber mediado antes.

El objetivo es que ambas partes tengan una última instancia para dialogar y llegar un acuerdo. De esa forma se evita un juicio y todos los costos asociados (patrocinio de abogado,  tiempo del proceso, estrés y otros).

En este diálogo participa el mediador, quien entrega las herramientas necesarias  y la perspectiva objetiva para facilitar la comunicación entre las partes y permitir un posible acuerdo.

 

Características de la mediación familiar

 

Voluntariedad: A pesar de que la mediación es un paso obligatorio, depende de ambas partes (solicitante/solicitad@) si llegar a una acuerdo o no e incluso si continuar con el proceso.

 

Imparcialidad: El/la mediador(a) no debe mostrar preferencia por ninguna de las partes. Aunque hayan pagado su sesión.

 

Confidencialidad: El/la mediador(a) no debe socializar nada de lo tratado durante la sesión; así como tampoco puede ser testigo en un juicio.

Algunas cosas interesantes sobre Mediación

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Además de las materias obligatorias de mediación, puedes someter a este sistema alternativo de resolución de conflictos:  Aspectos educativos en la crianza de los hijos e hijas. Asuntos relacionados con la patria potestad. Autorización para salir del país. Compensación  Económica. 

Así como también: Declaración de bienes familiares. Separación judicial de bienes. Disolución de la sociedad conyugal, entre otras materias.

Los siguientes conflictos no pueden ser resueltos por medio del proceso de mediación: Estado civil, Declaración de interdicción, Maltrato de niños o adolescentes, Adopción, Violencia Intrafamiliar, Cesión de cuidado personal de menores a terceros.

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El mediador familiar intervendrá para que las partes intenten un acuerdo que ponga término al conflicto, sin tener que ir a juicio.


Los acuerdos alcanzados y aprobados por el juez, tendrán el mismo valor jurídico que una sentencia, evitándose todo el tiempo y costo de un juicio. 
Si por el contrario, las partes no llegan acuerdo en la mediación, el mediador emitirá un certificado de mediación frustrada, que faculta a los participantes para iniciar y/o continuar una  demanda legal, en caso de que así lo deseen.